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miércoles, 23 de junio de 2010

EDUCAR PARA LA DEMOCRACIA

EDUCAR PARA LA DEMOCRACIA

Teresa González
















La educación para la democracia, gran desafío de todas las sociedades, trasciende las fronteras locales, nacionales e internacionales, y desdibuja asimismo las fronteras entre el aula y el mundo. El proceso educativo se prolonga fuera de la escuela con experiencias de aprendizaje cotidianas y estableciendo vínculos entre los contenidos escolares y la vida pedagógica de las personas.


La consolidación y el desarrollo de la democracia dependen no sólo del conocimiento de los valores democráticos, sino también y de manera decisiva del aprendizaje y puesta en práctica de los mismos. Inculcar a la vez el ideal y la práctica de la democracia, así como revertir el desafecto creciente de los ciudadanos por los asuntos públicos, representa un desafío tanto para el sistema político como para el sistema educativo nacional.


Si bien este tema demanda la concurrencia de diversas disciplinas y su exploración desde distintos ángulos o puntos de vista, dada su amplitud y complejidad comprende dimensiones generales que se constituyen en fértiles puntos de partida para tratar acerca de la educación para la democracia. Entre estos ejes analíticos que animan la reflexión se incluyen la perspectiva de género, la educación cívica y las políticas públicas.


La perspectiva de género en la educación













Educar para la democracia obliga a incluir la perspectiva de género en la educación y enfocar la mirada a las construcciones culturales, sociales e históricas que, sobre el dato biológico del sexo, determinan normativamente lo masculino y lo femenino; es decir, las representaciones simbólicas de la diferencia sexual que aluden a las diferencias sociales entre los sexos. Son las construcciones de género que condicionan la existencia de una valoración asimétrica para varones y mujeres en las relaciones de poder que entre ellos se establecen y dan lugar a mecanismos de subordinación y exclusión en perjuicio de la población femenina. Desde este enfoque es posible desentrañar la relación existente entre estas construcciones y el aprendizaje de los valores de la democracia por parte de las mujeres y los hombres durante sus experiencias educativas.


Eliminar el sexismo en la educación supone preparar el campo y aportar para transformaciones sociales y culturales profundas, puesto que implica la construcción de una democracia cotidiana vital, la apertura de los individuos hacia nuevas posibilidades y el cuestionamiento de las concepciones sobre todo lo social. Hombres y mujeres, niños y niñas, a través del aprendizaje podrán interiorizar nuevas maneras de percibir y de saber, construir nuevos valores y desarrollar una ciudadanía democrática.


La educación cívica: construir la ciudadanía




















Para lograr una democracia más profunda y eficaz se impone cambiar la cultura y educar a la población para que espere, exija y se movilice por un gobierno transparente, sistemas de justicias accesibles y creíbles, la protección real de los derechos humanos, la equidad social entre los géneros y el ejercicio pleno de la ciudadanía.


La educación debe dar a cada persona la capacidad de participar activamente durante toda la vida en un proyecto de sociedad, de asumir su responsabilidad para con los demás de forma cotidiana. Desde su vida escolar, los niños y las niñas deben conocer sus derechos y obligaciones, desarrollar sus competencias sociales, trabajar en equipo, descubrir al otro(a) en contextos de igualdad y aceptar la diversidad. No se trata de una alfabetización política elemental, es decir, del aprendizaje del ejercicio de la función social con arreglo a códigos establecidos, sino de hacer de la escuela un modelo de práctica democrática que permita a los alumnos(as) entender, a partir de problemas concretos, sus derechos y deberes.
La educación, espacio de socialización especializado en el aprendizaje de las normas de convivencia social y códigos de comportamientos, es a la vez un espacio privilegiado para la construcción de la ciudadanía de los individuos y la producción de nuevos sentidos sobre lo que significa ser hombre y ser mujer en los distintos escenarios públicos y privados.

CUADERNOS DE LA EDAD FELIZ

CUADERNOS DE LA EDAD FELIZ

















El escuchar y el contar son necesidades primarias del ser humano. La necesidad de contar también resulta del deseo de hacerlo, del deseo de divertirse a sí mismo y divertir a los demás a través de la invención, la fantasía, el terror y las historias fascinantes. Es en este deseo humano en el cual la literatura tiene sus orígenes; Hans Magnus Enzensberger considera que el analfabeto primero, clásico, no sabía leer ni escribir, pero sabía contar. Era el depositario y transmisor de la tradición oral y, por lo tanto, el inventor de los mitos y leyendas.


Las culturas de todos los tiempos tuvieron deseos de contar sus vidas y experiencias, así como los adultos tuvieron la necesidad de transmitir su sabiduría a los más jóvenes para conservar sus tradiciones y su idioma, y para enseñarles a respetar las normas ético-morales establecidas por su cultura ancestral, puesto que los valores del bien y del mal estaban encarnados por los personajes que emergían de la propia fantasía popular. De ahí que varios de los cuentos populares de la antigüedad reflejan el asombro y temor que sentía el hombre frente a los fenómenos desconocidos de la naturaleza, creyendo que el relámpago, el trueno o la constelación del universo poseían una vida análoga a la de los animales del monte.

















A medida que el hombre va descubriendo las leyes físicas de la naturaleza y la sociedad, en la medida en que avanza la ciencia y el conocimiento de la verdad, se va dando cuenta de que el contenido de los cuentos de la tradición oral, más que narrar los acontecimientos reales de una época y un contexto determinados, son productos de la imaginación del hombre primitivo.
Cuento es lo que se narra, de ahí la relación entre contar y hablar (fabular, fablar, hablar). Es también necesario añadir que, "etimológicamente, la palabra cuento, procede del término latino computare, que significa contar, calcular; esto implica que originalmente se relacionaba con el cómputo de cifras, es decir que se refería, uno por uno o por grupos, a los objetos homogéneos para saber cuántas unidades había en el conjunto. 
Ningún género literario ha tenido tanto significado como los cuentos populares en la historia de la literatura universal. El cuento, a diferencia del episodio único de la fábula o la exaltación de seres extraordinarios del mito y la leyenda, tiene muchos más episodios y un margen más amplio que permiten explayar personajes y acciones diversas. Otra diferencia es que el resultado final de los cuentos no siempre es optimista o feliz como en la fábula, la leyenda y el mito, cuyos atributos son la valentía, la inteligencia y el heroísmo de sus personajes. En el mundo del cuento todo es posible, pues tanto el transmisor como el receptor saben que el cuento es una ficción que toma como base la realidad, pero que en ningún caso es una verdad a secas.




















El origen del cuento se remonta a tiempos tan lejanos que resulta difícil indicar con precisión una fecha aproximada de cuándo alguien creó el primer cuento. Se sabe, sin embargo, que los más antiguos e importantes creadores de cuentos que hoy se conocen han sido los pueblos orientales. Desde allí se extendieron a todo el mundo, narrados de país en país y de boca en boca. Este origen oriental se puede aún hoy reconocer sin dificultad en muchos de los cuentos que nos han maravillado desde niños, y que todavía los leemos o narramos.




















Ya en el siglo X, los primeros cuentos de origen árabe y persa llegaron a Europa en boca de mercaderes, piratas y esclavos.  (calila y dimna mil y una, dos imágenes )
Más tarde, éstos mismos, diseminados en disímiles versiones, llegaron a otros continentes  tras la circunnavegación y el descubrimiento. La prueba está en que un mismo cuento puede encontrarse en distintos países; por ejemplo, "La Cenicienta", que probablemente honda sus raíces en los albores de la lucha de clases, conoce más de trescientas variantes, y deducir su verdadero origen, como el de muchos otros cuentos -entre ellos del germano "Rosa Silvestre" y el francés "La bella durmiente del bosque"( Charles Perrault), que son variantes de un mismo tema-, sería un cometido casi imposible.  Otros cuentos folklóricos, como los compilados por los hermanos Grimm y Charles Perrault, no tienen autores ni fechas, y aunque en un principio hubiesen sido invenciones de algunos cuentistas anónimos, en nada contribuiría a nuestro análisis, ya que estos cuentos, con el transcurso del tiempo, sufrieron una serie de modificaciones según las costumbres y creencias religiosas de cada época y cultura. 
Existen varias teorías acerca del origen de los cuentos, pero se sabe que muchos de ellos tienen su origen en el lejano Oriente. Los primeros cuentos árabes se hallan impresos en rollos de papiro desde hace más de 4000 años. Aquí se menciona por primera vez a las hadas que, según cuenta la tradición, aparecían en el nacimiento de un niño para ofrecerle regalos y señalarle el camino de la dicha o la desgracia, como en el príncipe condenado a muerte, que data de 1500 años antes de J. C. No en vano Montegut se adelantó en decir que, las hadas tienen su origen en Persia, "en ese pueblo espiritual, sutil y voluptuoso, el más fino de Asia. Salieron de esos enjambres de espíritu elementales que hizo nacer la doctrina del dualismo y obedecieron a los encantamientos y a las invocaciones de los magos. Ahí pasaron su larga y voluptuosa infancia jugando en la luz, en un aire seco y puro en todos los países con el polvo del Irán, en donde se detuvieron los viajeros y los extranjeros que las llevaron con ellas, sin saberlo, en el pliegue de sus ropas, en un pliegue de su turbante y las sacudieron en seguida, junto con el polvo llevado del Irán, en donde se detuvieron" (Montegut, E., 1882, p. 654).


















Los cuentos de procedencia oriental, como los cuentos de hadas que tienen su origen en las leyendas y el folklore de los primeros tiempos, tienen el soporte de la fantasía y comienzan de una forma tradicional: "Érase una vez, un rey en Egipto que no tenía ningún hijo... Hace mucho, muchísimos años, en un lejano país del Oriente, allá donde el sol asoma cada mañana con su cara de oro y fuego, hubo un rey muy poderoso y cruel..." Lo que sigue a continuación no es más que la fusión de la realidad y la fantasía, del mito y la leyenda; fuentes de las cuales bebieron poetas y cuentistas, como si se  hubiesen alimentado  de una misma madre, quizá por eso existe tanto parecido entre los libros de unos y de otros. 

Compilación. Zoili Noboa

domingo, 20 de junio de 2010

En Su Día Destacar La Figura Paterna

En Su Día Destacar La Figura Paterna

















Desde los inicios de la cultura occidental, en una obra fundante de la forma en que se piensan las relaciones entre padres e hijos como es Edipo rey (de la que surge el famoso “complejo de Edipo” hasta el poema gauchesco más famoso del siglo XIX, el argentino Martín Fierro (que asegura en un par de versos citados en múltiples afiches y señaladores que “Un padre que da consejos / más que padre es un amigo”), la literatura ha ido cristalizando caracterizaciones de la imagen del padre tal como el imaginario colectivo se las fue dictando. 


Los abordajes al vínculo suelen partir de emociones fuertes. En el extremo negativo, se encuentra paradigmáticamente la Carta al padre, del universal narrador checo-alemán Franz Kafka. En ese texto, aparecen el reproche, las acusaciones, la venganza verbal ahora que el escritor se encuentra en condiciones de tomar él mismo la palabra: 


“Me preguntaste una vez por qué afirmaba yo que te tengo miedo. Como de costumbre, no supe qué contestar, en parte, justamente por el miedo que te tengo, y en parte porque en los fundamentos de ese miedo entran demasiados detalles como para que pueda mantenerlos reunidos en el curso de una conversación.” [...] “Si comenzaba a hacer algo que no fuera de tu gusto y tú me amenazabas con el fracaso, el respeto por tu opinión era tan grande en mí, que el fracaso, aunque fuese mucho más tarde, era irremediable. Perdí la confianza en mis actos. Yo era inconstante, indeciso. A medida que fui creciendo aumentó el material que podías señalar como testimonio de mi inutilidad; poco a poco, en ciertos aspectos, comenzaste a tener razón.” 






















Pero también hay quienes evocan la figura del padre del modo opuesto: con gran apego y agradecimiento, valorando lo que el autor comprueba como herencia en su propia vida, en sus propias elecciones y en sus propios gestos. Así, el poeta y narrador argentino Jorge Luis Borges, en el texto “Posesión del ayer” decía: 




“Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven. Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con su voz. Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos”. 

















Por su parte, en El viaje sedentario, el narrador mexicano, Gonzalo Velorio, repasa los últimos años de su padre y encuentra en ellos muchas razones para explicarse quién es él mismo hoy en día. La historia del padre también aparece como un refuerzo de su identidad: 

“Cuando ya no tenía otra ocupación que la de inventar, papá se procuró una retahíla de comodidades que le consentían quedarse sentado en su escritorio. No existía entonces la pastilla disolvente que puede llevarse a cualquier parte si usted padece agruras. Papá inventó un salero en forma de pluma que, al ser girada, dejaba al descubierto unas perforaciones por donde se vaciaba, sobre un simple vaso de agua, su contenido efervescente, útil para usted que va de aquí para allá y ni manera de andar cargando con el frascote de Picto. Pero papá jamás salía de casa y su invención no tenía otro objeto que la permanencia en su escritorio cuando lo asaltaban las agruras.

Tanto cuento para decir solamente que soy hijo de papá; que amo los enseres del escritorio, los papeles y los lápices y sobre todo las gomas de borrar- tanto o más que la escritura; que acaso, sin saberlo, escribo lo que ya escribieron otros; en fin, que estar sentado en mi escritorio (aval de mi acidia y mi jubilación, tan prematura como mi nostalgia) justifica mi vida. Escribir es una manera de quedarse en casa: tener la sal de uvas a la mano para aliviar la acidez sin necesidad de levantarse.” 























Finalmente, el crítico literario argentino Alberto Giordano, en Una posibilidad de vida. Escrituras íntimas, recuerda (mientras piensa capítulo tras capítulo la forma en que los autores construyen sus autobiografías): 

“Una tarde muy triste, para consolarme, y también para disculparme por haber tenido que dejarlo solo en la clínica en la que estaba internado, traté de recordar y escribir la imagen de papá que me parecía más feliz, la que mi memoria podía ofrecer como prueba de qué, al fin de cuentas, nos quisimos y compartimos, del modo equívoco en que pueden compartir algo de sus vidas un padre y un hijo, momentos dichosos.

En una de las mesas del bar del aeropuerto de Córdoba, mientras esperaba el avión que me devolvería a Rosario, sobre unas servilletas que después guardé dentro de un libro y al final perdí, escribí que si alguien me preguntaba en ese momento cuál era la imagen de papá que más me gustaba recordar mi respuesta inmediata habría sido: la imagen de papá esperándome en la plataforma de llegada de una estación de ómnibus, o mejor, la imagen de papá en el momento en que me reconoce entre los pasajeros que descienden.
Puede ser en Buenos Aires o en Córdoba, en Tucumán, incluso en Rufino, el ómnibus ya se detuvo y desde la fila de los ansiosos que apuramos la llegada descubro a papá entre los que esperan. Todavía no me ve y está alerta, en una anticipación de todo el cuerpo que se prepara para la alegría de los besos y los abrazos. Ahora sí, me descubre, y viene a mi encuentro. Se mueve con una mezcla de dureza y plasticidad que, sin proponérselo, resulta elegante, como si en el presente del cariño algo del pudor y la timidez originarios se ablandara con la visión de la llegada del hijo. Sonríe, con entusiasmo, con generosidad, y la cara, que ya era encantadora en la espera, ahora resplandece. Aquí no hay dudas, la fuerza de esta imagen suspende la cantinela familiar de los olvidos y los resentimientos. Acabo de llegar y, sin decir nada y sin saberlo, papá me da lo mejor que un padre le puede dar a un hijo: la certidumbre de que es bienvenido.”

Todas estas nos parecieron logradas evocaciones de una figura seguramente central para la vida de cada uno de nosotros. Me parecía de sumo interés evocar, a través de destacados escritores ─sobre todo de nuestra América─, la imagen del padre que, si bien no alcanza la magnitud de la madre (nuestro inmenso José Martí, siempre un gran hijo, dejó escrito este hermoso apotegma: “La mujer nace para madre”), no menos resulta decisiva para la vida sentimental, síquica, social y futura de los hijos. Por todo, creo justo dedicarles esta breve crónica a los padres que, si son justos y buenos, son verdaderos ejemplos para los hijos. 


Waldo González López. Ensayista y poeta cubano.

José Saramago

José Saramago

(...) Como cualquier otro lector, o escritor, me busco a mí mismo. Busco encontrarme en páginas, en ideas, en reflexiones, reconocer que somos algo más que esto que se presenta como "realidad", ése sigue siendo el mayor deslumbramiento.


No he sentido jamás la necesidad de un triunfo, la necesidad de tener una carrera, la necesidad de ser reconocido, la necesidad de ser aplaudido, no lo he sentido jamás en mi vida. No he hecho en cada momento nada más que lo que tenía que hacer y las consecuencias han sido éstas, podrían haber sido otras.


La memoria es selectiva y tiende a borrar las partes duras, va armando un recuerdo basado sólo en lo más dulce… Pero hay que tratar de ser honesto.


La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva.


Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay.




Biografía


José de Sousa Saramago (Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 - Tías, Las Palmas, España, 18 de junio de 2010) 
Escritor, periodista y dramaturgo portugués, ganador del Premio Nobel de Literatura 1998. De padres campesinos, José Saramago nació en un hogar humilde de Azinhaga, hecho que marcó su carácter. En 1925 la familia se traslada a Lisboa, donde el padre encuentra trabajo como policía. José Saramago ingresó en una escuela industrial en 1934, abandonando los estudios tiempo después por problemas económicos y empleándose en una herrería. El tiempo libre lo usa para leer, yendo periódicamente a la biblioteca del barrio. Al poco tiempo, José Saramago cambia de trabajo y se dedica a tareas administrativas, casándose en 1944 con Ilda Reis. En 1947 publica su primer novela "Tierra de pecado" sin mucho éxito y luego pasó veinte años sin publicar nada, colaborando con el periódico "Diario de Noticias" y varias revistas. Durante la dictadura de Antonio Salazar (1932-1968), José Saramago fue censurado y perseguido y se dedica a hacer traducciones para una editorial. Ingresar al Partido Comunista Portugués en 1969 y se divorcia de su mujer tiempo después, dejando el trabajo en la editorial para dedicarse exclusivamente a la escritura. En 1974, José Saramago participa de la "Revolución de los Claveles", que provocó la caída de la dictadura salazarista y permitió que Portugal se convirtiera en un estado de derecho democrático. En 1984 conoce a Pilar del Río, periodista española con la que se casa posteriormente y quién se convierte en su traductora oficial en castellano. José Saramago gana el Premio Nobel de literatura en 1998 y se convierte en el primer escritor de lengua portuguesa en recibirlo. Escéptico e intelectual, José Saramago mantuvo y mantiene una postura ética y estética por encima de partidismos políticos, y comprometido con el género humano.














José SaramagoQEPD







viernes, 18 de junio de 2010

Currículo e Historial de Litografía y Serigrafía

Currículo e Historial de Litografía y Serigrafía


LA LITOGRAFÌA
La litografía es un procedimiento de impresión mediante el cual se reproduce sobre papel la escritura o el dibujo, realizado con tinta especial o lápiz graso, sobre la superficie de una piedra calcárea, de estructura especial, muy compacta y homogénea. Esta tiene una forma de placa gruesa, con las dos caras opuestas paralelas, estando una de ellas muy pulida y con las aristas rebajadas.


Procedimiento















1) Se traza el dibujo con el buril  o el lápiz litográfico sobre la piedra litográfica.
2) Se cubre la piedra con una fina película de ácido nítrico y goma arábiga, que es rechazada por las partes dibujadas.
3) Se entinta la piedra y solo las partes dibujadas se impregnan con la tinta.
4) Se obtiene la litografía al presionar una hoja de papel contra la piedra.
Las partes que constituyen el dibujo (grasas), que han rechazado el agua, retienen la tinta, que es rechazada en cambio por las partes húmedas de la piedra (espacios no dibujados). Luego se superpone una hoja de papel, sobre la que se ejerce la presión de un torno o, modernamente, la de un cilindro de la máquina de imprimir litográfica, obteniendo el traslado al papel de la capa de tinta que constituye el dibujo.


La litografía fue inventada en 1796 en Munich por Aloys Senefelder, que la empleó para imprimir caracteres musicales. Pronto atrajo la atención de los artistas y ya en 1819 Goya demostraba sus grandes posibilidades. Floreció en Francia, estableciendo una gloriosa tradición ininterrumpida desde Géricault hasta Delacroix (que la empleó para ilustrar el Fausto de Goethe).





















("El duelo" litografía de Francisco de Goya.
El artista aprovechó admirablemente los recursos
de esta técnica, que aprendió en los últimos
años de su vida.)



El dibujo puede realizarse también sobre un papel autográfico especial, desde el cual se traslada a la piedra; sin embargo, hecho directamente sobre esta última resulta más fresco y permite efectos más delicados y sutiles.
De una piedra bien trabajada se puede sacar un número elevadísimo de ejemplares, pero los artistas imprimen por lo general tiradas limitadas cuyas copias van todas numeradas y firmadas a mano.





















Litografía en colores, inventada por Jules Chéret, tuvo gran aceptación a finales del siglo XIX. Pierre Bonnard: "La pequeña lavandera" (1896).
Hay una diferencia muy grande entre litografía y serigrafía. La litografía es una reproducción de un cuadro original. Hecha en cualquier imprenta y en la cual el artista no tiene ninguna injerencia. Y por lo tanto carece totalmente de valor comercial 
La serigrafía en cambio, es realizada generalmente por el mismo artista o bajo su estricta supervisión y aunque también puede tener muchas copias estas  se hacen de manera casi artesanal y cada cuadro va numerado y firmado por el artista lo que le da la calidad de original. Tienen un valor inferior a las obras pintadas directamente, pero valen casi como originales.


LA SERIGRAFÌA 

Es un proceso que requiere experta mano de obra y atención al detalle. Tiene una tradición de aceptación y valor debido a la calidad y complejidad del proceso.
















La serigrafía es una técnica de impresión empleada en el método de reproducción de documentos e imágenes sobre cualquier material, y consiste en transferir una tinta a través de una malla tensada en un marco, el paso de la tinta se bloquea en las áreas donde no habrá imagen mediante una emulsión o barniz, quedando libre la zona donde pasara la tinta.
El sistema de impresión es repetitivo, esto es, que una vez que el primer modelo se ha logrado, la impresión puede ser repetida cientos y hasta miles de veces sin perder definición.
La serigrafía se utiliza muy frecuentemente en el estampado de tejidos, camisetas, vestidos, telas, corbatas, material de deporte, calzado, lonas, y en todo tipo de ropa.



















Por supuesto, también es utilizada en la impresión de plásticos, paneles, elementos de decoración, placas de señalización, etc. 




















Es importante también en la producción de carteles y  murales  de gran formato y las vallas de publicidad exterior, por la resistencia de las tintas a los rayos ultravioleta, así como en la rotulación y marcaje para vehículos y material de automoción. 

jueves, 17 de junio de 2010

LA ROTULACIÓN COMO MEDIO DE COMUNICACIÓN

LA ROTULACIÓN COMO MEDIO DE COMUNICACIÓN




















Según Cicerón (gran orador y escritor humanista romano), lo importante no es lo que se dice, sino como se dice.


Marshall MacLuhan filósofo y sociólogo de la moderna norteamericana, desarrolló en todas sus consecuencias, la idea de Cicerón. Marshall afirma que una noticia en el periódico, un incendio, un discurso, una competición deportiva, cambia enteramente cuando se emite por radio o se transmite por televisión. Volviendo al inicio de las letras, es un medio para influir en lo que se dice y a través de cómo se dice. Condición para influir en el "que" a través del "como" es igual a legibilidad.


Legibilidad es término empleado en el diseño tipográfico para definir una cualidad deseable de una familia tipográfica. Algo legible es la facilidad o complejidad de la lectura de una letra.













Campaña no más corazones azules en las vías.



La Rotulación es el arte que se tiene al momento de realizar un cartel o rótulo. Es toda perfección que se consigue cuando se está trazando las literales del mismo.


Legibilidad es término empleado en el diseño tipográfico de rotulación, para definir una cualidad deseable en la impresión de las letras del texto. Algo legible es la facilidad o complejidad de la lectura de una letra.















Factores que condicionan la legibilidad de un rótulo o texto






















El aspecto más importante de la tipografía, es al público al cual va dirigido el texto y que sea capaz de leerlo perfectamente, sin ningún inconveniente.

Para que un trabajo sea legible, un diseñador debe saber, quién lo leerá y desde donde y a qué distancia lo leerá. En este caso debemos tener en cuenta factores muy importantes tales como; la luz, la distancia, la altura de colocación del texto etc.

El diseño de la letra: Los tipos de diseño clásicos latinos, son los que ofrecen mayor legibilidad. Las letras redondas y minúsculas suelen ser las más legibles.




















Espaciado entre letra y letra: Un título o un rótulo cuyas letras se peguen materialmente unas a otra no ofrece buena legibilidad, aunque algunos grafistas defienden esta fórmula, atentos solamente al efecto plástico.




















El tamaño de la letra: Una letra de tamaño grande es más legible que otra de tamaño más pequeño. Pero existe un tamaño ideal que anima y favorece la lectura, la letra del cuerpo diez o doce. Por ejemplo para un cartel que se observará a 10 metros, la altura de la letra debe ser, al menos de 2,5 cm, mientras que para una valla publicitaria que deba leerse a 60 metros, la altura de la letra deberá ser al menos de 15 cm.

La longitud de la línea: Una línea muy larga, impresa en un cuerpo de letra más bien pequeño, en la que se incluyen muchas palabras, entorpece la lectura, por la dificultad que supone pasar de una línea a otra.








La calidad de impresión: Una impresión deficiente con fallos, remosqueados, exceso de tinta, pisada o presión excesiva, puede perjudicar notablemente la legibilidad.

Los colores adecuados para una tipografía son: Los tipos negros sobre fondo blanco, reflejan mayor legibilidad, el efecto contrario, texto blanco sobre fondo negro, nos hacen perder visibilidad.


miércoles, 16 de junio de 2010

Guerra Creativa

Guerra Creativa
Diseño Gráfico y Comunicación
 


“No importa la edad que tengas, si mantienes el deseo de ser creativo, no envejecerás.” John Cassavetes .

La tipografía, arte y técnica que existe a medio camino entre lo textual y lo gráfico, cumple un papel fundamental en el diseño, en especial porque la tipografía es un potencial campo de desarrollo creativo, cuando se la entiende no sólo como la forma del texto, sino una manera visual de reforzar o completar el contenido del texto, o bien de introducir elementos nuevos en la comunicación.













La tipografía también cumple un papel central en la identidad de marca, puesto que forma parte inescindible (inseparable) de los logos e isologotipos (formas y signos de reconocimiento inmediato. Algunas tipografías están incluso inmediatamente asociadas, en el imaginario colectivo, con ciertas marcas. Casos paradigmáticos son, por ejemplo, los de Coca Cola y Star Wars. 
















Existen muchos aspectos variables de la tipografía que deben tenerse en cuenta para elegir la más adecuada en relación a lo que se busca comunicar. La buena combinación y el juego creativo sobre estos aspectos son los que conformarán una tipografía única y original, que se distinga frente a otras. Algunas cosas a tener en cuenta son la tipografía en sí (tipo de fuente), el tamaño y proporciones, el color, el layout (disposición y orientación), el serif, así como también aspectos connotativos (subjetivo/personal): las ideas, sentimientos o asociaciones que cada el tipo de letra introduce en la mente del público. 




















En la búsqueda de la originalidad, muchos diseñadores optan por crear sus propias tipografías, a veces introduciendo modificaciones a tipografías ya existentes. En todo caso, es imprescindible contar con una vasta cantidad de fuentes instaladas en la PC.



Un dato interesante




















Matt Robinson y Tom Wrigglesworth, de HP realizaron el experimento de analizar qué tipografía consume más tinta, un dato útil muchas veces desestimado. Garamond figura como la más económica, mientras que Impact se encuentra en el otro extremo, con el mayor consumo.

viernes, 11 de junio de 2010

JUSTIFICACIÓN DE MI PROYECTO

JUSTIFICACIÓN DE MI PROYECTO





















Septiembre del 2008

Sr. Economista
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
Presente.

                   JUSTIFICACION DE MI PROYECTO



Con la presente reciba un cordial y respetuoso saludo a la distancia, y una  felicitación por todas sus decisiones que toma día a día en bien de nuestro  Ecuador.


Soy un ecuatoriano que emigró  del país a causa de la peor catástrofe económica, social  y política que soportamos en los años noventas; después de cruzar por días  caminos, y mares, estoy en los Estados Unidos donde he tenido que luchar muy duro soportando humillaciones, discriminación y muchísima soledad,  el peor mal del ser humano, extrañando a mi familia, mis padres, mis seres queridos, mi cultura y mi país; para trabajar muy duro ya sea en la noche o en el día, con el firme propósito de ahorrar y volver a mi terruño que me vio nacer y contribuir de alguna forma para verle grande.















Hoy después de 12 años tengo la decisión de regresar a mi país, y respaldándome en sus palabras de apoyo al migrante con su plan DE VUELTA A CASA, quiero
solicitarle de la manera más comedida me ayude hacer realidad mi proyecto de instalar una ESTACION DE RADIO FM en la ciudad de Ibarra, para brindar lo mejor de la información, diversión musical, entretenimiento sano, para lo cual tengo presentado como respaldo todos los requisitos necesarios en CONARTEL para su aprobación a nombre de MOVIDITA MOV. S.A. con fecha 10 de enero del 2008 con el numero de tramite 0110.


















Por la favorable atención que se digne dar a la solicitud de mi proyecto, y contando con su respaldo y aprobación; que será el más fiel testimonio de su ayuda para el migrante que a la vez contribuye con fuentes de trabajo en mi ciudad; me despido de usted excelentísimo Señor Presidente, reiterándole mis más altos sentimientos de mucho respeto, consideración y estima y el respaldo a su proyecto de Revolución Ciudadana (MI PAIS).
Atentamente,
Richard Andrade  


(Analice el mensaje de manera imparcial)

LA TIPOGRAFÍA EN EL DISEÑO GRÁFICO

LA TIPOGRAFÍA EN EL DISEÑO GRÁFICO




















Definimos la tipografía como el arte o técnica de reproducir la comunicación mediante la palabra impresa, transmitir con cierta habilidad, elegancia y eficacia, las palabras.


La tipografía es el reflejo de una época. Por ello la evolución del diseño de las mismas responde a proyecciones tecnológicas y artísticas. El signo tipográfico se ha considerado como uno de los miembros más activos de los cambios culturales del hombre.


En los primeros signos de escritura, cada signo nos expresa una idea, un concepto o una cosa; estos signos se combinan entre sí para comunicar ideas más complejas. Estos sistemas de escritura son los pictogramas, jeroglíficos e ideogramas. (ver  gráficos)












(Un pictograma es un signo que representa esquemáticamente un símbolo, objeto real o figura.)















Jeroglífico, sistema de escritura inventado y utilizado por los antiguos egipcios para comunicarse.






















(Un ideograma es una representación gráfica de una idea o palabra. En ciertas escrituras, como la china, la japonesa, determinados símbolos representan palabras o ideas completas, lo que quiere decir que su escritura está basada en ideogramas o ideas gráficas.)



El campo tipográfico, abarca la realización de libros, periódicos, anuncios publicitarios, revistas, etc... y cualquier otro documento impreso que se comunique con otros mediante palabras.
La finalidad de toda composición gráfica es transmitir un mensaje concreto. Para ello, el diseñador se vale de dos herramientas principales: las imágenes y los textos.

















Las imágenes aportan un aspecto visual muy importante a toda composición. Estos son capaces de transmitir por sí solos un mensaje de forma adecuada.
Sin embargo, el medio de transmisión de ideas por excelencia es la palabra escrita. La esencia del buen diseño gráfico consiste en comunicar ideas por medio de la palabra escrita, combinada a menudo con dibujos o con fotografías.
















(Julio Cortázar)
Además de su componente significativo, cada letra de una palabra es por sí misma un elemento gráfico, que aporta riqueza y belleza a la composición final.
Es por esto, que el aspecto visual de cada una de las letras que forman los textos de una composición gráfica es muy importante.


De este planteamiento se deriva que el diseñador gráfico debe emplear las letras en una composición tanto para comunicar ideas como para configurar el aspecto visual de la misma, siendo necesario para ello conocer a fondo los diferentes tipos existentes y sus propiedades, conocimientos que se agrupan en la ciencia o arte de la tipografía.




















El termino tipografía se emplea para designar al estudio, diseño y clasificación de los tipos (letras) y las fuentes (familias de letras con características comunes), así como al diseño de caracteres unificados por propiedades visuales uniformes.


(deje su comentario sobre última imagen)